LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS
La historia trata de Efraín y Enrique, dos niños pobres que vivían con su abuelo don Santos, un anciano ávaro y abusivo. El viejo tenía un cerdo llamado Pascual al que quería engordar lo más que se pueda para venderlo a buen precio. Por eso obligaba a sus nietos a ir por los basurales para traer latas llenas de desperdicios comestibles para el voraz chancho.
Así trabajaban los niños, hasta que Efraín regresó con un pie sangrando por haber pisado un vidrio roto. La herida se infectó y pronto cayó en cama con el pie muy hinchado. Entonces don Santos obligó a Enrique a trabajar el doble para suplir la ausencia de su hermano. Desde entonces Enrique debía llenar el doble de latas de comida para el puerco. Un día encontró un perrito y lo llevó a casa para que haga compañía a Efraín. El perrito fue bautizado como Pedro y alegró los dolorosos días de los niños.
Lamentablemente, Enrique cayó en enfermo de tos y fiebre. Pero el viejo don Santos lo obligó a seguir trabajando. Uno de esos días, el niño volvió y vio que su abuelo había matado al perrito y lo había dado de comida al cerdo. Entonces Enrique le reclamó al viejo y éste lo abofeteó y lo mandó al suelo. El muchacho agarró un palo y le golpeó en la cara. El viejo resbaló y se convirtió en alimento para su propio chancho. Los niños huyeron de la casa.
Así trabajaban los niños, hasta que Efraín regresó con un pie sangrando por haber pisado un vidrio roto. La herida se infectó y pronto cayó en cama con el pie muy hinchado. Entonces don Santos obligó a Enrique a trabajar el doble para suplir la ausencia de su hermano. Desde entonces Enrique debía llenar el doble de latas de comida para el puerco. Un día encontró un perrito y lo llevó a casa para que haga compañía a Efraín. El perrito fue bautizado como Pedro y alegró los dolorosos días de los niños.
Lamentablemente, Enrique cayó en enfermo de tos y fiebre. Pero el viejo don Santos lo obligó a seguir trabajando. Uno de esos días, el niño volvió y vio que su abuelo había matado al perrito y lo había dado de comida al cerdo. Entonces Enrique le reclamó al viejo y éste lo abofeteó y lo mandó al suelo. El muchacho agarró un palo y le golpeó en la cara. El viejo resbaló y se convirtió en alimento para su propio chancho. Los niños huyeron de la casa.
SOLO PARA FUMADORES
Sólo para fumadores es una breve novela del escritor peruano Juan Ramón Ribeyro. Se trata de una lectura en la cual el autor nosdescribe, explica y relata todas las historias que durante toda su vida mantuvo con el tabaco, los buenos momentos que pasó junto al cigarrillo, así como los achaques y las diversas enfermedades que el este le provocó a su enjuto y delicado cuerpo.
No es una historia a favor del tabaco, tampoco en contra, es símplemente una narración autobiográfica tomando como foco principal la influencia del tabaco en su propia vida, la cual siempre estuvo ligada, para bien o para mal, en la salud y en la enfermedad, a la hora de fumar.
Son apenas 20 páginas, de lectura rápida, que nos revelan hasta qué punto el tabaco influyó de manera decisiva en su vida, en su obra, en su forma de ser, y en su manera de relacionarse con el mundo. Se publicó en 1987 en su libro de cuentos del mismo título Sólo para fumadores en el cual compartía espacio con diversos cuentos de Juan Ramón Ribeyro.
CRÓNICAS DE SAN GABRIEL
La presente novela empieza relatada por un joven llamado luis que a la muerte de su padre, es adoptado por sus tíos; Herminia y Felipe; los cuales deciden enviarlo de viaje.
Su recorrido comienza en Lima, sigue por la costa hasta Trujillo y allí se interna, para llegar a San Gabriel, una antigua hacienda de un tío lejano, Leonardo.
Una vez en San Gabriel, se encuentra con un mundo totalmente diferente al que estaba acostumbrado. Los días domingo no se diferenciaban de los demás porque su tío Leonardo había hecho de la hacienda un lugar de hospedaje y estaban acostumbrados al jolgorio.
Una vez oyó: está hacienda no es una casa ni un paraíso, es mas bien una jungla donde sobrevive el más poderoso y el pez grande se come al chico, pero luis no entendería sino hasta más tarde.
En la hacienda conoce una infinidad de personas como su prima Leticia, Jacinto, a su mismo tio Leonardo entre otros; con quienes aprende a convivir y a formar parte de la vida campestre y muchas veces hostil.
Cuando la esposa de Leonardo, Ema, lo abandona las cosas dejan el aspecto festivo que tenían para tomar un aspecto más recatado y hasta deprimente.
El desenlace de nuestra novela se da cuando Luis le pide a su tío Leonardo los 200 soles que le debía y decide regresar a lima, a pesar de la insistencia de jacinto que argumentaba que él era el único con quien conversaba a gusto y si regresaba a lima no tendría con quien conversar, fue ha despedirse de su prima Leticia pero no se atrevió a hacerlo y su tío Leonardo lo acompaño a tomar su camión de regreso. Una vez en el camión todo lo que pensaba le conducía de alguna manera u otra a San Gabriel y sentía que olvidaba algo allí; quizá su estilo de vida o tal vez su destino al cual había renunciado. Afortunadamente para él cuando pasaban por las minas de Quiruvilca se dio cuenta que se acercaban a la costa y pensó solo en el mar, en sus largas playas y se sintió aliviado de estar en casa nuevamente.
Su recorrido comienza en Lima, sigue por la costa hasta Trujillo y allí se interna, para llegar a San Gabriel, una antigua hacienda de un tío lejano, Leonardo.
Una vez en San Gabriel, se encuentra con un mundo totalmente diferente al que estaba acostumbrado. Los días domingo no se diferenciaban de los demás porque su tío Leonardo había hecho de la hacienda un lugar de hospedaje y estaban acostumbrados al jolgorio.
Una vez oyó: está hacienda no es una casa ni un paraíso, es mas bien una jungla donde sobrevive el más poderoso y el pez grande se come al chico, pero luis no entendería sino hasta más tarde.
En la hacienda conoce una infinidad de personas como su prima Leticia, Jacinto, a su mismo tio Leonardo entre otros; con quienes aprende a convivir y a formar parte de la vida campestre y muchas veces hostil.
Cuando la esposa de Leonardo, Ema, lo abandona las cosas dejan el aspecto festivo que tenían para tomar un aspecto más recatado y hasta deprimente.
El desenlace de nuestra novela se da cuando Luis le pide a su tío Leonardo los 200 soles que le debía y decide regresar a lima, a pesar de la insistencia de jacinto que argumentaba que él era el único con quien conversaba a gusto y si regresaba a lima no tendría con quien conversar, fue ha despedirse de su prima Leticia pero no se atrevió a hacerlo y su tío Leonardo lo acompaño a tomar su camión de regreso. Una vez en el camión todo lo que pensaba le conducía de alguna manera u otra a San Gabriel y sentía que olvidaba algo allí; quizá su estilo de vida o tal vez su destino al cual había renunciado. Afortunadamente para él cuando pasaban por las minas de Quiruvilca se dio cuenta que se acercaban a la costa y pensó solo en el mar, en sus largas playas y se sintió aliviado de estar en casa nuevamente.
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